La gaditana presenta diez canciones llenas de emoción y en perfecta armonía
Julia Medina presentaba hace casi dos años su álbum debut, "No dejo de bailar", un trabajo que encerraba un mensaje vitalista y muchas ganas de aprender. Ahora, la cantautora afianza ese sello propio entre R&B, pop y la canción de autor con un segundo álbum, "Epicentro". Además, apuesta por nuevos sonidos con los que sorprender al público y demuestra su gran calidad vocal -de nuevo- a través de diez composiciones llenas de emoción.
Medina da un paso al frente con los aprendizajes adquiridos en este tiempo y lo hace en buena compañía: Gonzalo Hermida, David Santisteban, Pablo Cebrián, Kai Etxaniz y la gran voz flamenca de Miguel Poveda que se suma a la gaditana en el único dueto del disco.
1. Epicentro
La canción homónima a su segundo trabajo es toda una declaración de amor propio en la se describe a sí misma. Con la firme intención de quererse siempre a pesar de los errores, los tropiezos del camino y los días que vengan del revés, recalca cómo desde su epicentro nace la fuerza. Acorde con ese mensaje, se trata de un tema pop-rock en el que su voz cobra energía y positivismo.
"Ya lo ves, un día me puse contra la pared, me juré quererme a piel y ahora que me siento bien no tengo ganas de perderme"
2. Idas y venidas
Con mucho más brillo en la voz, Julia no se rinde ante la contradicción ni la ausencia de la otra persona y sigue soñando con llenar de momentos un 'nosotros'. Entre olores inolvidables y una fe ciega en los recuerdos, la melodía nos hace viajar a las BSO de algunas series juveniles de los 2005-2010.
"Me quedaría solo hacer del miedo una simple puerta cerrada y que levante la mano el que tenga las cosas claras"
3. A mordiscos
Ante una voz que se quiebra nostálgica, surge una de las composiciones más emotivas del disco, pues habla de lo más profundo y personal de cada uno: nuestra forma de querer. Junto a un piano protagonista y un tímido violín, la artista le llora a un pasado que prefiere no tener presente para centrarse en el latido compartido.
"Me encuentra todo el miedo que perdimos, pero yo me quedo contigo, que yo te quiero a mordiscos y me estreno los sentidos en cada beso contigo"
4. La cuarta parte ft Miguel Poveda
Este viaje al sur comienza con sonidos electrónicos y efectos percutidos, con la voz más grave de la gaditana y contundentes palabras del catalán. Ambos se intercambian interrogaciones retóricas como alternativa a volver a caer en el mismo error: alargar una historia que ya tuvo su introducción, su nudo y su desenlace.
"¿Qué tal si del golpe nos volvemos sinceros? ¿Qué tal si no vuelves a pensar que te quiero? De tus excusas tengo lleno el cenicero, eres pájaro de mal agüero"
Esta melodía R&B combinada con el pop más pegadizo, hace de esta canción la frescura musicalizada. Por ello, pese a referirse a la incertidumbre del futuro, este primer y único adelanto de 'Epicentro' marcó un camino de éxito que previsiblemente seguirá el disco; sobre todo con su paso por los escenarios en la gira 'Desde el epicentro'.
"Y no te olvides que juntos somos arte, tú de aquí no te vas"
6. Mesa para dos
Amparada por una sorprendente melodía country, propia del lejano oeste, Julia Medina salta al vacío y apuesta por un destino incierto para los dos. Las palabras avanzan entrecortadas, pero con la superioridad de quién conoce las consecuencias de cada dirección.
"Creo que ya te he vivido antes, cuento tres y vuelvo a mirarte, hablas raro, engancha tu arte"
7. A contracorriente
Esta canción baila entre el R&B más puro y la melodía más sencilla de guitarra, claramente influenciada por las canciones de Carmen Boza. La autora se deja llevar por sus instintos sin saber muy bien qué la mueve a no actuar según lo esperado, sin que importe, incluso si ese amor acaba invocando al mismo diablo.
"Voy estratégicamente buscando tu cuello que ya tengo ganas de desayunar"
8. Errores buenos
Las distorsiones eléctricas hacen acto de presencia en un estos estribillos potentes en los que Julia muestra su faceta más rockera. El tema nace tras mucho tiempo de reflexión y autoreconocimiento, por lo que puede afirmar que no fue culpable única de todo ese dolor que podrían haberse ahorrado.
"No me persigas con poesía, hablando de amor; ya sé que fue raro despedirnos sin decirnos adiós"
9. Luz de gas
También, la artista ha recuperado su voz y ha aprendido a ver las cosas como realmente sucedieron. En esta balada pop plantea varios escenarios posibles en los que esta vez sabría priorizarse y, por ello, abraza al silencio, se aleja de la cobardía y la falta de comprensión.
"Y no digas que no duele, que es mejor no ser de nadie, qué sabrás tú de mis noches, esas que paso viendo series sola"
10. La veo en ti"
El piano reaparece en primera escena para cerrar el disco y desvelar la última capa del núcleo. Con una calma desgarradora, Julia Medina hace referencia a las caídas y esos momentos de resignación en los que nuestros pensamientos se confirman y solo podemos aceptar el curso del tiempo.
"Pretendo desafiar a cualquier silencio y me olvido y acabo en el fracaso"
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