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Taylor Swift nos vuelve a hacer soñar con sus 'Midnights'

A través de un perfecto regreso al synth-pop en su décimo álbum, la artista nos abre las puertas de sus pensamientos nocturnos más intrusivos



PUNTUACIÓN DE VENUS:


Que Taylor Swift se ha reinventado a lo largo de los 16 años que lleva de trayectoria profesional es algo evidente. También que ha cambiado las reglas del juego en lo que a la concepción de la mujer y de los propios artistas y compositores en la industria musical se refiere también está comúnmente aceptado. Y que puede escribir desde decenas de diferentes perspectivas hechos ficticios o desenmarañar todos sus hilos personales para mostrar sus vivencias lo hemos comprobado con la sucesión de todos sus trabajos discográficos. Pero lo que no podíamos esperar es que, en pleno 2022, volviese a romper los esquemas de la música con el anuncio por sorpresa del lanzamiento de su nuevo álbum en mitad de su proceso de regrabaciones tras ganar el premio de Vídeo del Año en los VMAs.


Demasiada información que procesar y mucha expectación generada en torno a este proyecto secreto. ¿En qué género musical se basaría? ¿Volvería a las letras autobiográficas o seguiría con historias ficticias como en folklore o evermore? ¿Contaría con la ayuda de colaboradores en el proceso creativo o se basaría en algo más personal y autónomo? Todas estas preguntas fueron un misterio hasta casi el mismo estreno de este ansiado trabajo el pasado el viernes.



Es así como haciendo honor a su propio nombre, a la medianoche de Estados Unidos y a las 6 de la mañana en nuestro país, pudimos responder a esos interrogantes durante la primera escucha de Midnights (2022). Este décimo trabajo de la artista se fundamenta en el tan esperado regreso al synth-pop, a esas melodías llenas de distorsiones sonoras y autotune, a esos éxitos instantáneos que invitan a escucharlos a máximo volumen mientras en tu cabeza no paran de sucederse imágenes de una idílica vida en las calles de Nueva York durante una bonita noche de lluvia con tus amigos.


Tenemos que confesar que en Venus de Vinilo también hemos caído en esta tentación mientras escribíamos esta crítica en plena madrugada. El aura de la medianoche nos ha servido de inspiración, al igual que a Taylor y a numerosos artistas en diferentes aspectos creativos. Es un momento de puro aislamiento, de ahondar en tus secretos más oscuros y de ser completamente sincero con uno mismo.



Su primer álbum conceptual


Taylor Swift, junto a su fiel Jack Antonoff, ha conseguido aunar una de sus 13 noches en vela más importantes (y 7 más que nos ha dado por sorpresa en su versión de Midnights 3 a.m) y su retrospección en un álbum plenamente conceptual. Enamorarse de verdad, caer rendida por fin a un amor puro y sano que reconforta en los momentos felices y de debilidad es la primera de estas temáticas clave. Es por ello que comienza el disco con una luna de miel eterna en su 'Lavender Haze'. Bajo la frase "Meet me at midnight", utiliza una expresión de la década de los 50 para explicar detalles de su relación actual con una base instrumental que bien recuerda a su 'I Think He Knows' o al 'Hard Feelings/Loveless' de Lorde.



Tanto en el tema 'Sweet Nothing' co-compuesto con su pareja Joe Alwyn como en la ansiada colaboración junto a Lana del Rey en la adictiva 'Snow On The Beach' destaca la importancia de los pequeños detalles y de cómo poco a poco se fundamenta un futuro al lado de la persona a la que que quieres. El amor como vía de escape al drama y presión que los medios de comunicación ejercen sobre ciertos famosos es muy relevante en 'Paris', uno de los bonus tracks con más influencia de su 5º album 1989. Red (TV) también sirve de inspiración para su 'Maroon', esta vez centrado en el paso de ese amor rojo potente a un tono más oscuro e intenso que refleja tanto las partes negativas como las positivas.


El odio que tiene Taylor hacia sí misma es el responsable del que consideramos uno de los mejores singles que ha lanzado la artista en toda su carrera. Como ella misma ha mencionado, su 'Anti-Hero' es una de sus canciones favoritas en todos los sentidos. Muestra su vulnerabilidad, su yo más humano que comete errores como cualquiera y confiesa en el estribillo que "It's me, hi, I'm the problem it's me". Cómo no pensar que esta frase es una de las más icónicas del año.



Este autodesprecio ha llevado a la artista al completo colapso en alguna de esas noches de inspiración. En 'Labyrinth' explora esa ansiedad a la hora de dar un paso más en una relación o caer en los errores del pasado. Solo le queda respirar una y otra vez para lograr escapar de ahí al más puro estilo de 'The Archer' o 'epiphany'. La salud mental cobra un sentido especial en el doloroso track 5 'You're On Your Own, Kid'. El verso "I gave my blood, sweat, and tears for this/I hosted parties and starved my body" expone el peligro de la presión mediática hacia ciertas personas. Las pulsaciones suaves de la batería a lo largo de la canción se aceleran con el puente final y su mensaje de esperanza en el futuro.


Es en ese deseo de que todo vaya bien, en la certeza que a la vida da muchas vueltas y que todos aquellos que te han dañado caerán por su propio peso. Esa fantasía de la venganza es otro de los temas que ha incitado a Taylor ha volver a demostrar que, tarde o temprano, el 'Karma' te lo devuelve. Es aquí donde sale a relucir su estética más reputation como en la oscura 'Vigilante Shit', la única que ha compuesto ella sola. En 'Bejeweled', elegido por la artista como el segundo single del álbum, encuentra de nuevo confianza en sí misma tras haber pasado los años anteriores luciendo como una joya en propiedad de otras personas en vez de brillar por ella misma.


Al final todo se reduce en tomar decisiones y, sin embargo, nos seguimos preguntando qué hubiese pasado en otra vida. Esos temidos '¿y si?' que tanto nos atormentan son el eje de su quinto y último concepto, el que vertebra el rumbo de toda nuestra existencia. En la gran 'Question...?', además de samplear en el inicio a su 'Out Of The Woods', se pregunta a su pareja por una pasada relación y sobre las cosas que compartieron. La sorprendente 'Would've, Could've, Should've' incide de manera muy clara: ¿y si hubiese escapado de una relación tóxica para evitar todas las cicatrices que tiene marcadas desde los 19 años?


Estas son las experiencias traumáticas y bellas que van conformando un álbum de recuerdos hasta llegar a la Taylor que conocemos hoy en día. Esa Taylor que cuida desde las diferentes ediciones de los vinilos hasta el anuncio de los títulos de las canciones como si de un bingo se tratase. Podrán insinuar que las teorías locas de los fans son solo casualidades y que no todo puede estar preparado pero, como ella misma declara en la última canción de la versión estándar de este maravilloso Midnights, 'it was all of my design cause I'm a mastermind'. Una mente maestra que sigue y seguirá por muchos años demostrando que, a sorprender, no la gana nadie.



FRASES TOP DE VENUS:

"Yeah, you can face it. You're on your own, kid. You always have been" (You're On Your Own, Kid)
"I don't dress for women, I don't dress for men. Lately, I've been dressing for revenge" (Vigilante Shit)
"You see all the wisest women had to do it this way. 'Cause we were born to be the pawn in every lover's game" (Masterdmind)
"I wanna brainwash you into loving me forever. I wanna transport you to somewhere the culture's clever" (Paris)
"I'll stare directly at the sun, but never in the mirror. It must be exhausting always rooting for the anti-hero" (Anti-Hero)











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