La cantautora canaria estrena su primer EP con grandes toques de folclore y sensibilidad propia
Chiquita. No hay mejor adjetivo que pueda representar esa sensación de internarse en un sitio desconocido. El hecho de ser joven, nueva e inexperimentada en una industria como la musical puede generar ese sentimiento de ser demasiado pequeña para soportar todo lo que se te viene encima. Es de este pensamiento como surgió chiquita, el primer trabajo de Valeria Castro.
También podemos resumir la esencia de todo el EP en esa palabra: chiquita. Y no en el mal sentido, ni mucho menos. Es esa sencillez, la apuesta por lo natural, por las raíces. Porque los detalles más pequeños son lo que crean algo grande. Con esta idea clara, Valeria, junto a sus productores Nacho Mur y Alberto Vela, han conseguido plasmar la música de autor, el folklore propio de artistas como Silvia Pérez Cruz o María José Llergo en 6 canciones íntimas y delicadas.
Ya nos había dejado pistas de la entidad sonora de su primer proyecto. Es así como intuimos cómo de arraigadas están sus raíces en todos los detalles de este EP. "ay, amor" explora la sencillez en su totalidad: guitarra y letra puras y limpias. En "la corriente" nos adentramos en un tema más oscuro y repleto de metáforas sobre la melancolía y el miedo a entrar en la industria musical y dejarse llevar por la corriente como todas las demás. Poner su sello personal; no ser un objeto más y luchar por su autenticidad. Este hilo conductor también está presente en "guerrera", donde honra a las mujeres más importantes de su vida con un mensaje lleno de sororidad y valentía. "Una misma historia siempre le desgasta, cansada de justificar cómo vivir". No hace falta ni explicación a esta frase.
Las tres canciones que cierran este proyecto también son las únicas inéditas con las que Valeria Castro quería volver a conmovernos. Es así, con una producción muy natural, como en "culpa" canaliza todos los sentimientos, vivencias y recuerdos. En "cuídate" podemos escuchar una fusión perfecta de diversos instrumentos como violines, piano, mandolinas y guitarras. Y utiliza un cierre más crudo y acústico que refleja perfectamente el alma de todo el EP. En "cómo te voy a olvidar" se escuchan incluso las respiraciones y de esa manera logra ensalzar la delicadeza de la letra, la guitarra y la peculariedad de su voz.
Estos seis temas son la suma perfecta de todo aquello que define a Valeria. Ya nos lo venía demostrando con las grandes versiones de clásicos españoles que ha publicado en Spotify. Tanto de los 90 como de los 2000, sus "covers" no solo han llegado a convertirse en virales, sino que han recibido la aprobación y los aplausos de los propios artistas creadores de los temas. En ejemplo es Alejandro Sanz, quien se quedó maravillado ante el talento de esta joven cantautora gracias a su versión de "Desde cuando". Esto solo es el principio de la que parece una carrera en la que la personalidad, dulzura y la apuesta por las raíces serán sus mayores máximas.
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