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Ana Mena canta al desamor en 'Música ligera'

La malagueña opta por sonidos de los años 60 en su nuevo single

Musica Leggerissima, de Colapesce y Dimartino, fue la cuarta clasificada en el Festival de Samremo 2021. Aunque no ganó -lo hizo, doblemente, Måneskin-, su poso eurovisivo está de vuelta en el panorama musical gracias a la nueva versión que ha hecho Ana Mena como su nuevo single. Así, la artista, que indudablemente acertó de pleno al lanzarse al mundo discográfico italiano (con sus hits Un bacio all'improviso y A un passo dalla luna, con Rocco Hunt, y su reciente balada, Sol y mar, junto a Federico ROssi) sigue afianzando su camino internacional.


La traducción del tema, compuesto junto a Antonio Di Martino, David Augustave, José Luis de la Peña, Lorenzo Urciullo y Dabruk, productor también del nuevo single de la malagueña, se ha convertido en un éxito inmediato a pesar de mostrar un registro muy distinto al que Mena tiene acostumbrado a su público. A su vez, con Música ligera demuestra una evolución en cuanto a madurez: agradecida con su posición y sus logros, la artista ha decidido rendir homenaje "a ese primer pop que surgió en España e Italia en los 60 y que conectó ambos países; es un aplauso sentido a divas adelantadas a su tiempo como Massiel, Cecilia o Mina… que abrieron caminos que hoy transitamos", cuenta su intérprete.


Y es que, pese a beber de influencias urbanas y las últimas tendencias, esta vez se reencuentra con un sencillo atemporal. La voz de Ana Mena suena nostálgica y llena de dulzura, al compás de un tempo sesentero. Es más, el título del tema es mucho más que un juego de palabras o un experimento sonoro.


Música ligera es una llamada de atención a través de metáforas musicales e instrumentales, cuya letra describe cómo la música siempre está detrás de todo, en todo momento, y la malagueña, incluso, anhela que unas notas fuesen capaces de hacer de lo malo algo mejor, en cualquier caso. Ana explica por qué el silencio se ha vuelto un dolor que los atrapa a los dos y por eso pide que ponga música ligera: para alegrar sus corazones sin alterarse en exceso. Ya los versos de apertura cuentan claramente cuál es el quid de la cuestión:

"Si una orquesta tuviese que hablar de los dos, sería más fácil cantarte un adiós, hacernos adultos sería un crescendo de un violín letal; el tambor anuncia un mal temporal y perdemos armonía"

El videoclip viene protagonizado por la artista en compañía de Jason Fernández y bajo las órdenes de Willy Rodríguez. En una gala de presentación como si fuese la noche de Eurovisión, la pantalla muestra a una mujer asumiendo el más absoluto desamor, en sus escenas previas y desoladoras en el camerino; luego salta a los flashes del photocall y se sube al escenario, tratando de disfrazar de alegría y coreografías todas sus lágrimas. Mientras canta, le asaltan recuerdos de los momentos bonitos que vivió junto a su pareja -como si el foco solo lo iluminase a él entre todo el público- y el pasado la acaba rompiendo.


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