La cantautora gaditana presenta una oda al amor y a la incertidumbre en su nuevo single
Julia Medina está preparando el que será su segundo trabajo discográfico, después de su debut con No dejo de bailar (2019) y ya podemos escuchar su esperado primer sencillo, Qué será de mí. Se trata de una oda al amor y a la incertidumbre que escribió en cuarentena junto a Gonzalo Hermida y que, después de presentársela al público en directo, decidió producirla con Pablo Cebrián.
La cantautora ha explicado que el título del single es "la pregunta que más se ha podido hacer a lo largo de los años, aunque algo más en los últimos; y ha aprendido que no tiene ni la más remota idea de qué será de ella; que a la vida le encanta improvisar y le aburre lo premeditado". Tras esta reflexión en redes sociales, Medina deja claro que, a pesar de la incertidumbre, ella apuesta al rojo ganador y decide arriesgar porque, como dice en la propia letra de Qué será de mí, "los trenes no pasan dos veces".
En este nueva tema, la de San Fernando derrocha toda su energía en una canción -el estribillo sobre todo- muy pegadiza. Más allá del pop y la canción de autor, encontramos una gran influencia del R&B que aporta frescura y determinación a la melodía.
"Nunca más me digas que lo que digo es mentira, no me siento fuerte para otra pesadilla, amor; yo ya soñé bastante"
"Rezo a mi manera pa' que me quieras, tú no te vas sin avisarme; y no olvides que juntos somos arte, tú de aquí no te vas"
La artista ha trabajado con la productora Golden Beetle Films en un videoclip -dirigido por Norden Tachfint- que cuenta con una estética impecable. Solo había dos escenografías posibles para cumplir con la metáfora de la letra y, en esta ocasión, la estación de metro ha vencido a la de tren: el set de rodaje fue el conocido como Andén 0 de la Antigua Estación de Chamberí de Madrid.
La cámara sigue a Julia por el metro hasta que se pone a tocar con su guitarra frente al cartel "Dirección Cuatro Caminos - Tetuán". La gente va pasando frente a ella recorriendo los túneles en busca de su tren y, de repente, un chico misterioso deja una propina especial. Ella va en su búsqueda y, entre indecisa y curiosa, se sube al vagón correspondiente, en el que cuatro bailarines (Alonso Perezagua, Iria Veiga, Adrián Delgado y Valeria Nieto) la rodean con su coreografía. Cuando por fin le encuentra, nada sucede y ella regresa sin más a su puesto de "cantarrista" en el metro. Finalmente, descubrimos que es el hombre más necesitado de ayuda el que decidió poner ese tren en su camino.
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